Hay algo que siempre nos persigue y que no podemos dejar atrás. El tiempo solo sirve para crear finas capas con los que tratar de ocultar la realidad. El pasado siempre está ahí. Esto es lo que muestra Destin Cretton en su película 'Las vidas de Grace' ('Short Term 12, EEUU, 2013)
SINOPSIS
Grace es una trabajadora social que trabaja en Short Term 12 con jóvenes conflictivos. Los problemas de los internos se entremezclan con el día a día de los cuidadores y los recuerdos del pasado de la protagonista.
Me acerqué a esta película por las buenas críticas y con ganas de descubrir si se trataba de una nueva historia de jóvenes rebeldes donde la moralina es tan eticamente correcta y edulcorada que da caries. Sin embargo, también tenía la esperanza de encontrar historias y jóvenes guerreros más reales -y duras- como las de la fantástica 'La isla de los olvidados' (Marius Holst, Noruega, 2010).
En 'Las vidas de Grace' encontré una historia intimista con un grandísimo guión que desborda sensibilidad sin caer en lo lacrimógeno y que administra de forma formidable las píldoras de humor.
Sí, se trata de otra película sobre los problemas de jóvenes a los que la vida -y la sociedad- les ha dado la espalda. Es otra historia sobre la búsqueda de una nueva esperanza. Sin duda, todo son buenas intenciones y no siempre los resultados son los queridos. Una trama conocida. Sin embargo, aquí reside la virtud de 'Las vidas de Grace'. En la forma de contar una historia ya contada. En el dialogo, en los silencios. En giros dramáticos tan reales como las vidas de los protagonistas. En la bipolaridad de su protagonista. En las idas y venidas de los chicos y chicas con un duro pasado.
Una malgama de personajes - a cada cual con un trauma mayor- reviste la historia de la protagonista y la da trasfondo y significado. Los jóvenes actores lo bordan destacando Kaitlyn Dever y sobre todo el debutante Keith Stanfield (fantástico)
Todos ellos complementan al hermético papel de Brie Larson y al sufridor John Gallagher Jr. -en un papel similar al que realiza en la serie 'The newsroom'-.
La película crece por momentos. Las subtramas predecibles y la relación de la pareja protagonista huye del letargo y la falta de originalidad con fantástico diálogos y momentos de gran lucidez dramática.
Una nueva muestra de que con un gran guión es posible realizar una más que aceptable película con poco presupuesto. Un nuevo empujón para seguir viendo cine independiente. Descubrir las grandes historias con pocos ceros en la cuenta corriente.
Un drama juvenil que inspecciona el pasado. Que muestra la crueldad del ser humano. Que saca a la luz heridas tapadas por el tiempo, o por la propia mente. Una película llena de realidad y con el suficiente optimismo para que superar el desasosiego de algunas de sus escenas. Una de las películas de este verano.
LA(s) ESCENA(s): Marcus cantando el rap. Momentazo.
NO TE PIERDAS: La última escena. Es optimismo a la carrera
SOUNDTRACK: Short term 12
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