miércoles, 4 de noviembre de 2015

Un caserón fascinante sin nada en su interior (Crítica de 'La cumbre escarlata' (Guillermo del Toro, EEUU, 2015)

Guillermo del Toro es sinónimo de entretenimiento. O al menos así lo pensé tras ver sus últimas películas. Un director con un sentido del espectáculo magnífico que era capaz de mandar al espectador a casa con una sonrisa en la boca. 

Así fue con 'El laberinto del Fauno', 'Hellboy' e incluso con la artificiosa, mastodóntica y desproporcionada 'Pacific Rim' (Robots gigantes 'dándose de leches' con monstruos marinos. ¡Qué coño! ¿por qué no?). 

Y ahí fui yo ayer a ver 'La cumbre escarlata' ('Crimson Peak', EEUU, 2015). Todo prometía una buena atmósfera gótica, el viejo caserón con fantasmas y Guillermo del Toro. ¿Qué podía fallar?

Pues el guión, los clichés y el ritmo. Así, todo junto. Más de lo mismo -con una maravillosa fotografía eso sí-. sin la vuelta de tuerca que me esperaba. Tal vez mis expectativas eran altas (aunque iba advertido), pero la decepción fue mayúscula. 

Más cerca de una atmósfera de Tim Burton que de una novela de Henry James, Del Toro no fue capaz de engancharme a la trama en ningún momento. Guapo baronet llega a la ciudad y conquista a la hija, con aspiraciones de novelista, de un gran empresario. Sospecha de estafa y un gran caserón. 
Sin la magia o el oscurantismo que se espera en esta clase de films. 


Y realmente es una pena porque la fotografía de Dan Laustsen es soberbia y me consta que es una historia mimada por su director que la ha adaptado a una novela del mismo título. Sin embargo, no funciona. El espectador se monta en una montaña rusa que va desde la fascinación por los decorados y la atmósfera de decadencia hasta los clichés y la falta de ritmo que te sacan de la trama. 

Pero todo no va a ser malo. La película está sostenida por una maravillosa -como casi siempre- Jessica Chastain que hace de 'mala malísma' fantásticamente y que crea un personaje trastornado, malévolo y sanguinario al que odias desde el minuto 0. La actriz californiana sigue sumando puntos para ser considerada una de las mejores intérpretes de su generación y candidata a premios cuando por fin le den el papel de postín que necesita para optar a ellos. 

Chastain está bien acompañada por Tom Hiddleston que aunque encasillado en papeles oscuros (Loki en 'Thor' y su magnifica actuación en 'Solo los amantes sobreviven') podría encarrilar su carrera hacia el papel de galán de ojos azules atormentado y con un pasado turbio que tanto gustaba en el cine clásico. 


Sin embargo, esta gran pareja -funcionan de maravilla juntos en pantalla- no es secundada por Mia Wasikowska que hace un 'Alicia en el país de las Maravillas' (y el caserón embrujado). Papel de joven ingenua y victima del entorno que le rodea. Personaje plano, que tiene siempre la misma expresión y que no parece sufrir lo que debería con tanta sangre a su alrededor. 

En conclusión, un guión flojo lleno de clichés envuelto en una maravillosa fotografía y una Chastain en estado de gracia. Un cuento gótico en apariencia, pero sin punch. Un quiero y no puedo para uno de los directores entretenidos del Hollyhood.