miércoles, 26 de febrero de 2014

Mis recuerdos son acordes de Paco de Lucia

Era una cinta de cassette. Trasparente y con una etiqueta blanca en la que se podía leer: FLAMENCO. Sonaba las mañanas de los domingos en una minicadena negra que me habían regalado para mi comunión. Las canciones de aquella cinta se convirtieron en un hilo ambiental, pero también en la melodía conductora de lo que sucedía en mi casa. 

A un niño de 10 años le sonaba todo igual y el 'Entre dos aguas' se fusionaba con 'Soy minero' o cualquier otra canción Antonio Molina que cantara mi padre 'por lo bajini' por los pasillos. 

Es así, la música de Camarón y Paco de Lucía es uno de los recuerdos que tengo de él y de los domingos de mi infancia. Por este motivo, cuando esta mañana he leído la noticia de la muerte del guitarrista he sentido un vacío. Las cuerdas de mi interior -mejor o peor afinadas- han quebrado y me siento triste. 

Muchos años más tarde, las canciones del maestro algecireño me acompañaron a mi pequeño exilio a Burgos. Las tardes sin estudio se hacían largas y en ocasiones oscuras y sonaba una guitarra flamenca. Esta vez en una pequeña minicadena plateada. Me gustaba sentarme delante de un folio y escribir. Cuando terminaba dejaba turno a Camarón y destrozaba sus canciones con mi horrible voz. 

Se ha ido y no lo he visto en directo y es una de las espinitas que tendré clavadas siempre. Lo intenté un par de veces, pero las entradas volaron o mis circunstancias no me lo permitieron. Se marcha el renovador del flamenco. Uno de los mayores talentos que ha dado la música mundial -ojo, no española-. Ejemplo de la virtud. Muestra de arte. Maestro. 

Todo lo que diga será poco y seguramente no sea el mayor experto en su música. Me considero un analfabeto musical. No entiendo como lo hacía, pero sí siento como lo hacía. 

Abrió ventanas derribando muros. Mostró que el flamenco es un arte digno de mostrar al mundo. Convenció a críticos y fue inspiración y maestro de grandes artistas de las seis cuerdas. 

Su música -y mis recuerdos- continúan. Los grandes siempre se marchan demasiado pronto porque no se tendrían que marchar nunca. 

No hay comentarios :

Publicar un comentario